"Los Sims según Telecinco"
Los simuladores sociales: A todos se nos viene a la cabeza el gran "Los Sims" De Maxis. Los simuladores sociales y el sexo: Ahí ya no se encuandran Los Sims. Es un poco llamativo que un juego que pretende que se "juegue a la vida" tenga un concepto tan puritano del sexo. Eso fue lo que debieron pensar los alemanes de Rotobee cuando se plantearon la idea de "Singles: En tu casa o en la mía" allá por el 2004.
Con un planteamiento claramente ambicioso, el de plantear el sexo sin tapujos en un videojuego que no fuera de contenido exclusivamente sexual (juegos muy de moda en tierras japonesas). Sin embargo y a pesar de contar con una secuela (Singles 2: Tres son Multitud) el batacazo fue sonoro. Comencemos con la "historia": El juego nos pone a los mandos de una serie de parejas predeterminadas, que comenzarán a vivir compartiendo piso, cada una con su trabajo pero con una historia común. A partir de aquí empezaremos a desarrollar su vida, llevándolos a trabajar, haciendo las cosas de la casa, cubriendo sus necesidades... (hasta aquí todo igual al famoso juego de Maxis) e intentando que su relación avance. Y aquí viene la gran diferencia con respecto a Los Sims: El avance en la relación SÍ parece real. Esto no es una carrera contrarreloj en la que en la misma noche puedes meter a la chica en la cama (aunque esto también es muy real). Aquí la relación avanza poco a poco, teniendo en cuenta muchos factores, desde la conversación, hasta el equilibrio de poderes que exista en el hogar (las tareas del hogar pueden dar muchos dolores de cabeza si no se comparten), hasta que sí, de verdad, puedas tener sexo con ella (explícito pero no pornográfico).
Hasta este punto todo parece muy positivo, pero nada mas lejos de la realidad. Tras varias horas de juego, la experiencia se hace aburrida y monótona por la falta de variedad que presenta el disco. Las opciones de comunicación con el compañero de piso son nulas, no existe posibilidad apenas de salir a la calle ni de relación con otros PNJ (Personajes no Jugables). Es como si el juego situara en el mundo a los dos personajes del piso sin mas a su alrededor. Y cuando llegamos al momento álgido del juego (la cama) todo se queda en agua de borrajas. Las posibilidades son nulas y los que pensaban al comprar el juego que iban a ver carne (un juego tampoco es el sitio mas normal), se quedaron con las ganas.
A nivel técnico el juego cumple muy justito, requiriendo un ordenador potente para poner en movimiento un juego que no debería exigir tanto, lo que es un claro problema de optimización. A nivel sonoro el juego es muy limitado, con poco acompañamiento sonoro, salvándose los divertidos momentos de cama.
En definitiva, muestra algunos buenos detalles, como la presentación mas adulta de las relaciones de pareja, el tratamiento de la igualdad en el hogar... pero empañados por errores insalvables que hicieron que una franquicia con posibilidades se quedara en nada.
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