lunes, 19 de julio de 2010

InFamous

8/10
"Cole, un tipo con chispa"
Cambio de generación, cambio de aires. Eso debió ser lo que pensó la empresa Sucker Punch Productions al empezar a pensar en PS3. Pasó de Sly Cooper a Cole McGrath, el protagonista de InFamous. El juego salió en el año 2009 después de varios meses de altas espectativas y mucha rumorología y, bajo mi punto de vista, cumplió con creces.

Cole es un mensajero en la enorme urbe llamada Empire City. Para desplazarse mas rápido, Cole es capaz de desplazarse con gran soltura gracias al estilo Parkour (correr superando obstáculos de la ciudad). La historia comienza tras la explosión que tiene lugar en la ciudad. Una especie de onda expansiva consume Empire City dejando un rastro de destrozo y muerte. Cole, sin embargo, sobrevive y ve alterado su cuerpo debido a la electricidad. Conforme va controlando sus impulsos, Cole es capaz de controlar la electricidad , canalizarla y usarla para su provecho.

Empire City se encuentra sumida en el caos mas absoluto y Cole se encuentra frente a un dilema: ¿Utilizará sus nuevos poderes para tratar de salvar la ciudad o, por el contrario, para terminar de sembrar la destrucción y hacerse el amo y señor de la ciudad? El jugador es el que elige el camino que quiere tomar gracias a las múltiples decisiones morales que plantea el juego y que alterarán el resultado de la historia. Pero los cambios en la forma de afrontar las misiones no se quedan ahí: Dependiendo de como Cole se comporte, la ciudad cambiará y la gente lo ayudará o le intentará dañar.

A nivel técnico el juego es sobresaliente. La ciudad es enorme, con multitud de edificios diferentes, todo con un alto nivel de detalle, una variedad de gentes asombrosa y un ciclo día/noche muy bien conseguido. La recreación de la electricidad es sensacional y los ataques potentes son un festival de efectos especiales digno de ver.

La jugabilidad es muy buena. El control de Cole es perfecto, con unos movimientos fluidos y sin cortes. Los poderes de Cole otorgan al jugador unas posibilidades de desplazamiento por el mapeado casi infinitas (escalar edificios, correr, moverse por el tendido eléctrico, planear en el aire...) consiguiendo que sea muy divertido moverse por el mapeado entre misión y misión (si consideramos que no puede usar ningún vehículo).

El problema viene en la historia y las misiones. A pesar de contar con un buen punto de partida, la historia va haciéndose tediosa, pesada y previsible, culminando en un final extraño, que no termina de convencer. En cuanto a las misiones, todo comienza muy bien, pero superado el ecuador del juego, comienza a hacerse repetitivo el hecho de que casi todas las misiones se reduzcan a prácticamente lo mismo:  Matar a todo lo que se mueva para conseguir superar la misión (si antes alabábamos la variedad de peatones, la varidad de enemigos se limita a 4 o 5 tipos diferentes con mayor o menor poder, es decir, evoluciones del mismo enemigo). Si es cierto que los enemigos finales a los que nos enfrentamos le añaden un punto extra al conjunto.

En definitiva, nos encontramos ante un juego diferente, con muchísimos puntos favorables, pero 2 o 3 puntos negativos importantes que le hacen alejarse de los reyes del género.

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