miércoles, 8 de septiembre de 2010

Jak and Daxter: The Precursors Legacy

9/10
"Larga vida al rey de las plataformas"
Y Naughty Dog nos volvió a enamorar. Si para PSOne nos deleitó con Crash Bandicoot y posteriormente nos dejaría con la boca abierta con el genial Uncharted de PS3, PS2 recibió su dosis de genialidad de este magnífico estudio de desarrollo con la franquicia Jak and Daxter.

SONY necesitaba un juego potente para las Navidades de 2001, un denominado "vendeconsolas" con el que ponerse a la cabeza en el mercado ante la emergente X verde de Microsoft y el dominio eterno de las plataformas de Super Mario, del fontanero bigotudo estrella de la gran N. Naugthy Dog, empresa que ya les dio el liderazgo y un icono de marca con Crash Bandicoot, necesitaba algo nuevo y mas potente para poner a la bestia negra de SONY a la vanguardia del mundo del videojuego.


Jak y Daxter son dos amigos adolescentes que ven como su mundo cambia por culpa de la desobediencia de el segundo de éstos. Jak es un chico tímido y callado, pero muy valiente y ágil. Daxter, por su parte es un ocurrente pelirrojo con cara de ratón. Ambos comenzarán un viaje épico atravesando su vasto mundo cuando Daxter cae en un depósito de Eco oscuro y se convierte en una especie de suricato. El Eco oscuro es una de las múltiples fuentes de energía  (Eco verde, azul, rojo y oscuro) que consiguieron dominar los Precursors antes de desaparecer del planeta. Estas energías tienen diferentes cualidades, como recuperar la vida, acelerar el movimiento... etc. El Eco oscuro es la materia maligna que subyace bajo todo lo bueno del mundo y provoca la transformación en Daxter. El sabio de la aldea, les dice que la única persona que puede conseguir que reviertan los efectos del Eco oscuro en Daxter, es un hombre aún mas sabio que vive en un lugar lejano y para el que tienen que atravesar una enorme zona de lava volcánica. Para conseguir ésto, necesitan un artilugio que les permita moverse con rapidez sobre la lava: Una especie de moto voladora que necesita la energía de 20 baterías diseminadas por el vasto mundo para funcionar.  La historia está servida.

Con este planteamiento, se nos abre un juego que aúna perfectamente tres géneros: El de las plataformas (género protagonista), el de las aventuras y el que lo engloba todo y le da al juego la fuerza que tiene, el SandBox. Y esque si algo hace especial y diferente a este juego, es su libertad de acción. Atrás queda la linealidad de los típicos juegos de plataformas en los que, ya sea en desplazamiento horizontal en 2D o en el 3D que nos regalaba Crash, debíamos completar una fase de principio a fin saltando y saltando hasta llegar a la meta. En el juego de ND, tenemos total libertad para movernos por el extenso mapeado pudiendo saltar, nadar, trepar... Todo esto aderezado con unos enemigos variados y de dificultad creciente.

A nivel gráfico, el juego nos sorprende con unos modelos y un mundo soberbios. Los personajes son propios de Disney (el cual ha ayudado al diseño y puesta en movimiento de los personajes) y el mundo es de dibujos animados, simplemente genial. Nos encontraremos con multitud de paisajes, desde playas, pasando por la jungla y el temible territorio volcánico. Los personajes gozan de un nivel de detalle y una expresividad sin igual. Una vez mas, diremos que parece sacado de la mejor película de Disney. Todo esto se complementa con detalles como el movimiento de la ropa, los árboles y el mundo en general por acción del viento, un ciclo día-noche que es un deleite visual y las cucamonas de Daxter, de las cuales nunca nos cansaremos.

El sonido es espectacular. La música complementa perfectamente al juego, con diferentes temas para cada situación: podemos estar escuchando una melodía de influencias africanas cuando nos encontremos paseando por la aldea y de repente escuchar una frenética canción con tintes rock en el momento en el que empecemos a enfrentarnos a los enemigos. Los efectos sonoros nos hacen realmente sumergirnos en un mundo vivo: el sonido del viento, el agua, el crujir de las ramas de los árboles, los diferentes sonidos de los pasos de Jak según el terreno que pisemos, los insectos que nos rodean... simplemente perfecto.

Y que podemos decir del aspecto jugable. Las secciones de plataformas son geniales y si nos caemos no habrá un vacío, sino el suelo, por lo que deberemos ir al inicio de la sección de salto para comenzar y no ver como nuestro personaje cae en la nada mas absoluta. El enfrentamiento contra enemigos es muy divertido, combinando los golpes con los saltos. Si a eso le sumamos los geniales minijuegos en forma de pesca, o manejo de vehículos, completa una sección que es complicada de superar. Todo se adereza con lo comentado anteriormente: la sensación de libertad. Todo puede ser hecho en el orden que queramos y habrá personajes que nos pidan ayuda o nos ayuden directamente, como todo buen SandBox.

Mención aparte merece el apartado del doblaje. Los actores elegidos para cada personaje son perfectos, la sincronización con los gráficos es perfecta y las líneas de diálogo... qué decir de los diálogos. Nunca habíamos visto una historia tan trabajada y con unos diálogos tan bien escritos como en Jak and Daxter. Los continuos chascarrillos de Daxter son desternillantes.

En definitiva, tras esta larga crítica, solo me queda decir que un servidor, que nunca fue un amante del género que plataformero salvo los normales escarceos con Super Mario, se convirtió en amante del noble arte del salto y los juegos "de niños" gracias a esta obra maestra del videojuego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario