6,5/10
"Creo que he sufrido un dejà vu"
Dejà Vu: Dícese de la experiencia de sentir como ya vivida, o ya vista, una situación completamente nueva. Esto es lo que la mayoría de los jugadores sentimos al jugar a Assassin's Creed.
Assassin's Creed salía a la venta en el año 2008 como caballo de batalla de Ubisoft para la presente generación de videoconsolas (en principio se anunció para PS3, pero Xbox360 y PC también recibieron sus conversiones algo mas tarde) tras unas altísimas expectativas. Con mas de 8 millones de copias vendidas se ha convertido por méritos propios en uno de los videojuegos mas vendidos de PS3. Sin embargo, su alto índice de ventas no lo exime de errores. Grandes errores.
El juego parte de una ambientación y una época sensacionales y con un enorme potencial para la épica historia que se nos presenta: Tierra Santa, año 1191, Tercera Cruzada, el marco perfecto para una historia bélica perfecta. Altair, un assassin, debe recuperar su honor y su estatus dentro de la Orden de los Hashsha-shin mediante la eliminación de una serie de objetivos muy determinados y con un gran peso en la resolución de la Tercera Cruzada. Desde su fortaleza de Masyaf, Al-Mualim (lider de los Asesinos) envía a Altair a eliminar a determinadas personalidades relacionadas con la Orden de los Caballeros Templarios, con el fin de evitar que éstos se hagan con el denominado "Fruto del Edén".
Todo pinta genial. Una historia interesante, con grandes posibilidades. Una realización técnica espectacular, con un detalle de las ciudades y parajes (Masyaf, Jerusalén, Damasco y Acre como localizaciones reales) sublime. Un gentío vivo, que reacciona a nuestras acciones y nos ayuda o entorpece según actuemos en su villa y, lo mas novedoso y aclamado, una libertad de acción y movimientos sin igual.
Altair se descubre como un acróbata mejor incluso que el Principe de el "idem de Persia "(franquicia también de Ubisoft). Nuestro asesino es capaz de trepar a los tejados de los edificios, de moverse de balcón a balcón, saltar desde grandes alturas sin problemas y todo tipo de acrobacias con el fin de eliminar a sus objetivos con el máximo sigilo posible.
Si a esto le sumamos una banda sonora correctísima y una duración de juego bastante aceptable, ¿Dónde está lo malo? La respuesta es muy simple: Repetición.
El jugador atravesará por tres fases mientras le dedica horas a la obra de Ubisoft. En primera instancia, todo parecerá magnífico, la ambientación, los gráficos, la historia, la forma de moverse del protagonista, la sensación de mundo abierto que se nos propone... Tras pasar esta fase, el jugador empezará a pensar que hay algo que no va bien, que esto ya lo ha jugado y que no todo es tan novedoso. Y para terminar, la última fase se verá marcada por la prisa en intentar terminar una aventura repetitiva con el único fin de satisfacernos con el final (cosa que, en mi caso, no fue tal. Digamos que el final es un tanto... extraño. La historia que encierra el juego va mas allá de lo descrito en estas líneas, pero dejaremos que los propios jugadores la descubran.)
La cuestión está en que Ubisoft nos propone la misma aventura repetida 3 veces. Cada ciudad está dividida en tres distrititos: El pobre, el medio y el rico. Al principio de la aventura solo estará disponible el pobre, cuando asesinemos al objetivo, se abrirá el medio y así sucesivamente en todas las villas del juego.
La frustración llega cuando después de completar las tres zonas "pobres" de las ciudades y abrirnos las demás tareas de asesinatos, descubrimos que tenemos que hacer lo mismo que ya hemos hecho: Llegar a la zona, escalar las atalayas para descubrir el mapa, robar documentación o pegar a alguien hasta que nos diga donde está nuestro objetivo y eliminarlo. Simple, directo y repetitivo, muy repetitivo.
Cierto es que conforme va avanzando el juego, la historia se complica y se enrevesa y nos mantiene en vilo hasta que se resuelve y que el gran atractivo gráfico del juego hace que pases un poco por encima lo demás cuando observas toda Jerusalén desde lo alto de una de las atalayas, pero no es suficiente para darnos cuenta de que el sistema de combate es simple y muy limitado y que el juego se limita a repetir la misma fórmula todo el tiempo.
Se trata pues de una fuerte apuesta de Ubisoft por un género y una época muy interesantes y con muchas posibilidades, pero da la sensación de que se les quedaron muchas cosas en el camino.
La buena noticia es que Assassin's Creed II mejora casi en todos los aspectos a su predecesor. Pronto tendreis la crítica de, esta vez sí, una de las Obras Maestras de Ubisoft.
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