martes, 12 de octubre de 2010

Heavy Rain

9/10
"El Blu-Ray al servicio de las emociones"
Y esque si algo consigue este Heavy Rain es provocar en el jugador un shock, un vórtice de emociones y sensaciones del que es dificil escapar y del que no se querrá escapar. Febrero de 2010 fue la fecha elegida por Quantic Dream (autores del innovador Fahrenheit) para lanzar al mercado su segunda y arriesgada apuesta. Con una gran campaña de marketing a sus espaldas y tras levantar expectación y ampollas a partes iguales entre prensa y aficionados, Heavy Rain salía a la venta y pronto se convertiría en un éxito de ventas.

¿Hasta donde serías capaz de llegar por amor? Esa es la pregunta con la que te reta el juego. Resulta realmente complicado imaginar como reaccionarías si tu hijo desapareciera, más aún cuando de un tiempo a esta parte vienen desarrollándose una serie de extraños asesinatos en los que se sigue el mismo "Modus Operandi": Todos los asesinados son niños, de unos 7 a 10 años, que aparecen ahogados, con una orquidea en el pecho y una figura de Origami (el arte japonés de la papiroflexia) en la mano. La policía se encuentra desconcertada ante tan atroces crímenes y no saben por donde empezar a investigar. No hay pistas, no hay testigos, no hay nada. Ethan Mars ve como de repente su hijo Shaun desaparece y, aterrorizado por la idea de que sea la nueva víctima del Origami, acude a la policía. La policía sabe que si es realmente un nuevo caso del brutal asesino, disponen sólo de 4 o 5 días hasta que el niño aparezca muerto. Ante la incompetencia policial, Ethan emprende una búsqueda desesperada que lo llevará a conocer sus propios límites debido a las continuas pruebas a las que le somete el asesino. Scott Shelby (investigador privado), Norman Jayden (agente del FBI) y Madison Page (periodista) serán los 3 protagonistas que completan un cuarteto estelar. Cada uno llevará su vía de investigación y sus caminos se cruzarán en determinados puntos de la historia.

En cuanto a la ambientación, los que hayan disfrutado de películas como "El Silencio de los Corderos" o "Seven" (sobre todo esta última), encontrarán la ambientación bastante conocida. Entornos sucios, empapados por una lluvia incesante que barre cualquier rastro del asesino, entornos opresivos, plomizos y cargados de pesimismo, el total desdén por las personas que se desprende de las acciones del asesino... Propios del mejor thriller de Hollywood. Salvo por el prólogo inicial, en el que la historia nos presenta unos colores vivos, unos personajes animados y sonrientes, lo que sería una vida perfecta protagonizada por Ethan y su familia... el guión sufre un brusco giro que lo hace todo oscuro, gris, carente de alegría, con un Ethan hundido y desquiciado por la búsqueda de su hijo Shaun y que siempre se ve bañado por una lluvia incesante y de intensidad creciente que tiene una importancia fundamental en el desarrollo de la trama.

La jugabilidad es extraordinaria. Es complicado encuadrar este juego en alguna categoría actual. No es una aventura gráfica, no es un juego de acción... Tal y como pasó con Fahrenheit, Heavy Rain es más una Película Interactiva que otra cosa. Manejamos directamente a los personajes, con el joystick y un botón para caminar, sin embargo, huyendo de los tradicionales usos para cada uno de los botones, todo se convierte en un menú contextual. Cuando nos acercamos a algún objeto interactivo o a un personaje, alrededor de la cabeza del personaje aparece un menú contextual en el que se asocia cada botón a una acción o a una línea de dialogo distinta. El handicap llega cuando, dependiendo del estado de anímo del protagonista, nos resultará más o menos dificil ver los botones y sus correspondientes acciones ya que se verán borrosos o se moverán por toda la pantalla en casos de crispación (y creedme que es dificil decidir qué hacer cuando todas nuestras opciones se mueven por la pantalla a velocidad de vértigo). Los momentos de acción se resuelven con Quick Time Events (es decir, la pulsación del botón requerido en el momento exácto). La resolución o no de estos eventos y las decisiones que tomemos a lo largo de la historia, podrán cambiar el rumbo del guión, incluso pudiendo morir los protagonistas y perder toda esa parte de la trama, dando lugar a diferentes finales en la historia.
Hablando de los gráficos, solo nos podemos quitar el sombrero. Realmente parecen personas de carne y hueso, realmente se comportan como si fueran humanos, realmente se mueven como si se fueran a girar y hablarte en cualquier momento. Se ha logrado un gran resultado en los acabados faciales, con una gran expresividad y gran capacidad para contagiar las emociones. Los entornos están perfectamente recreados, con una gran atención al detalle (cuando entreis en la casa de Ethan o la de un personaje profundamente obsesionado con la imaginería religiosa, entendereis a que me refiero), intentando que todo parezca interactivo. La lluvia y el agua están perfectamente recreados (dada la importancia que toman en la trama) y parecerá que nuestra pantalla está llena de gotas reales.

La música es una sinfonía sublime de melodías orquestales que acompañan de forma espectacular a las acciones en pantalla. La escena en la que Ethan se encuentra frente a una pequeña pantalla de video, recibiendo instrucciones del asesino, con una melodía de intensidad creciente, hace que poco a poco vayamos sintiendo lo mismo que el pobre de Mars. Y esta es sólo una de las múltiples situaciones en las que la música acompaña al guión. Sin duda, una de las mejores bandas sonoras de PS3 a años luz de diferencia de las demás. El sonido ambiental es genial, con el realismo de la lluvia como elemento estrella, secundado de una cantidad de sonidos perfectamente sincronizados. Las voces son obra de verdaderos profesionales del doblaje y eso se nota en el acabado final. La voz de Tito Valverde para la versión española de Scott Shelby es simplemente genial.

En resumen, este juego, tal y como anunció su creador David Cage durante su desarrollo, no ha dejado indiferente a nadie. El propio Cage dijo que es un juego que o se ama o se odia. Yo lo he amado desde su primera línea de diálogo hasta su sorprendente final. Sin duda es una historia que merece la pena vivir, aunque solo sea para criticarla después en el caso de que no te guste, pero no te quedes sin probarla, o te arrepentirás.

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