Torrente: El Juego

5/10

"Resident Evil versión yonki"

Eso es lo que pensaremos al comenzar una partida manejando al policía (ex-policía por motivos oscuros, como diría él) mas casposo del panorama nacional. Nos encontraremos una representación medianamente fidedigna de Madrid y Marbella (lugares en los que se desarrolla las dos primera cintas cinematográficas), plagada de la fauna de los bajos fondos mas variopinta de la Capital y de la Costa del Sol: Matones, prostitutas, asesinos y yonkis, muchos yonkis. Parece que todo el elenco de subgrupos urbanos de ambas ciudades se han puesto en nuestra contra.

En el año 2001, Virtual Toys compró la licencia de las películas de Torrente (2 en aquel tiempo) para llevarlas al universo virtual. La idea era crear un videojuego que interconectara los dos escenarios creados en ambas películas, siguiendo el hilo argumental (aunque no al pie de la letra) y creando nuevas líneas argumentales paralelas a la historia principal en forma de misiones. Con esta pretensión, se pusieron manos a la obra para diseñar un juego potable, que hiciera las delicias de los Torrenteros.

Considerando la repercusión de las películas (recordemos que es la saga mas taquillera del cine español), se esperaba un juego por todo lo alto, que llevara a lo mas alto la "marca" Torrente. De hecho, se nos vendió en principio como un "sandbox" al más puro estilo GTA, sin embargo, se quedó en un matamata sin pretensiones. La mecánica del juego es siempre la misma: Independientemente de la misión en la que nos encontremos (desactivar bombas, proteger a transeuntes...), todo se reducirá a un tiroteo constante y sin sentido contra todo lo que se mueva y lleve arma. Será imposible dar un paso sin que 2 o 3 matones con pistola y otros 2 o 3 yonkis con cuchillo intenten matarnos. Y esto hace del juego una pesadilla constante ya que es prácticamente imposible cruzar Madrid "corriendo" (es Torrente...) si tenemos un tiempo limitado para desactivar una bomba y hay 2 caminos: Uno "fácil" en el que hay 3 "malos" con bazokas y uno mas largo en el que hay 50 matones en cada esquina. Difícil elección ¿verdad? Esto se ve negativamente complementado por un sistema de impactos impreciso, en el que habrá veces que apuntando de cerca al pecho de un tio gordo, no le demos, pero un matón a 100 metros nos acierte con una pistola, haciéndolo todo aún mas difícil. Otra situación "cómica" será la que se provocará cuando, tras haber pateado 20 calles buscando un botiquín, lo encontremos tirado en el suelo o cerca de una tienda (en algunas se puede entrar, aunque no comprar ni hacer nada) y al acercarnos a cogerlo, nos salte cualquier gualtrapa desde detrás de un contenedor y nos mate. Para completar el apartado jugable, me gustaría reseñar que el punto principal por el que no puede ser considerado un sandbox, es porque no permite ningún tipo de interacción con nada en el juego, ni personajes ni objetos, ni nada, ni otorga al jugador libertad para decidir o para realizar las misiones en un orden diferente al pautado. Torrente es un personaje que va siempre con un arma en la mano (o sus puños si no hay armas) y se limita a disparar. Punto.

En el apartado gráfico, nos encontramos con una recreacción plana de Madrid y Marbella, gráficos simples pero coloridos, en los que se intentan representar las zonas mas conocidas: La Cibeles o las Torres Kio de Madrid son un claro ejemplo (las Kio pueden acabar mal, ahí lo dejo). Los dos mapas son bastante grandes, pero el hecho de tener que estar pendiente en todo momento de que haya 80 asesinos en cada calle, hace imposible que podamos dar un vistazo tranquilamente a la ciudad.

El doblaje corre a cargo de Santiago Segura y disfrutaremos de Torrente en todo su esplendor con frases de corte tan Gongorino como: "Bonitas piernas, ¿a que hora abren?" y otras lindezas y tacos varios al disparar y ser disparado. La banda sonora es muy simple y sí, sonará el Fary y su archiconocido "Apatrullando la ciudad".

En definitiva, no es un juego malo, pero da la sensación de que podrían haber sacado mucho mas provecho de un personaje "querido" y de una licencia con muchas posibilidades si no hubieran limitado tanto su planteamiento desde la primera pantalla del juego.