"¡Que vienen los dementores!"
No se por qué pero era algo que más de uno se veía venir. Nos encontramos, posiblemente, ante la mejor de las 7 entregas de la aventura del joven mago, en cuanto a la calidad del film se refiere, el mexicano Alfonso Cuarón hizo un trabajo sensacional tras las cámaras para dotar a la 3ª película del mago inglés de una madurez y oscuridad inéditas en la saga, con unas transiciones ágiles entre actos y una trama intrigante y muy bien escrita, que daba entrada a personajes tan importantes como los dementores, el profesor Lupin o el infame Sirius Black ( Harry Potter y el Prisionero de Azkaban ). Sin embargo, aquí que vienen los señores de Electronic Arts para traernos a mediados de 2004 una castaña de juego que acaba de raiz con el espíritu del libro y del film, presentando un producto mal acabado, soso, corto y lineal, sin apenas retos y que sólo terminaremos salvando si somos seguidores de las avenutras de Harry.
Harry se prepara para comenzar su tercer año en Hogwarts y pronto se dará cuenta de que no va a ser un año facil precisamente. Todo el mundo mágico se hace eco de una noticia sorprendente y espeluznante: El malvado Sirius Black, antiguo secuaz de Lord Voldemort, ha escapado de la carcel de máxima seguridad de Azkaban y todo indica que su principal objetivo es la de acabar con la vida de Harry Potter. Nadie da crédito a lo sucedido ya que nunca nadie ha escapado de la prisión, principalmente por sus carceleros, los dementores: unos espectros con túnicas negras que se alimentan de los buenos pensamientos de los que les rodean, dejando a su alrededor un estigma de tristeza y desolación. Albus Dumbledore, conocedor de esta noticia, consigue que un grupo de dementores se mantenga en las lindes del colegio para intentar mantener alejado a Black, con el objetivo de mantener seguros a los alumnos, en especial a Harry Potter. Sin embargo, nada será tan fácil, ni los dementores son seres dóciles, ni la historia de Sirius Black es tal y como dicen.
Hasta aquí lo principal de la vibrante historia que pretendería narrarnos Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, si no fuera porque todo se reduce al avance lineal por los terrenos de Hogwarts, lanzando hechizos con la varita a unos enemigos realmente mal realizados, recorriendo los interminables pasillos de los castillos (muy bonitos eso sí) para asistir a las clases... y realmente poco más. Ni emoción, ni suspense... todas las buenas maneras que destila la película quedan eclipsadas por un planteamiento encorsetado y demasiado previsible, fruto de un trabajo de desarrollo corto, regido por la implacable mano del marketing que obliga a que el juego esté situado en las estanterías en el mismo momento en el que los cinéfilos disfrutan de sus ídolos en la gran pantalla. Esto da como resultado un producto inacabado, inmaduro, al que le faltan uno o dos meses mas de trabajo para que alcance un buen nivel. Se dan fallos gravísimos en el juego en todos los niveles: la cámara es odiosa, no está bien gestionada y en multitud de ocasiones deja vendido al jugador delante de unos enemigos que tienen la inteligencia de una patata. Es increible ver como se quedan totalmente impasibles ante una lluvia de conjuros y que hasta los zombies de Resident Evil son mas rápidos en sus movimientos. Se encuentran bugs muy graves que podrán llegar a provocar incluso que se tenga que reiniciar la consola porque el personaje se quede completamente bloqueado. Sólo me gustaría salvar como intento de punto positivo la inclusión del control del trio protagonista (Harry, Hermione y Ron) sobre el que tendremos que ir alternando para aprovechar sus habilidades únicas. Aunque incluso ni ese intento de innovación salva un apartado jugable bastante mediocre.
Gráficamente se encuentra un paso por encima del anterior Harry Potter y la Cámara Secreta, pero no está al nivel de otros juegos del mismo año, ni ha habido un salto cualitativo tan grande entre uno y otro considerando que los entornos y los personajes son los mismos, es decir, que solo se trataría de pulir y mejorar, no de comenzar de 0. Hogwarts está bastante bien recreado, como ya sucedería en las dos juegos anteriores y los personajes son reconocibles, sobre todo los principales protagonistas. Sin embargo, hay muchos personajes secundarios y enemigos están muy mal diseñados, con un índice de polígonos y una calidad de texturas muy inferior a lo deseable.
El apartado sonoro tiene poco que reseñar. Nuevamente está localizado al castellano, con unos diálogos bien realizados por los mismos dobladores que en los filmes. Los sonidos son buenos, mostrando un abanico de efectos bastante aceptable. La música es buena a secas, sin llegar a resaltar en ningún momento y sin alcanzar las cotas de calidad y "magia" de entregas anteriores.
Concluyendo, nos encontramos ante un producto que provoca una sensación amarga en el jugador que, conocedor de la calidad de la película en la que se basa el juego, seguramente espera mucho más de un producto que deja la sensación de prisa, de falta de trabajo, de cansancio de los desarrolladores frente al poder que tienen las licencias y las fechas inamovibles de salida al mercado. Un producto, en fin, que colocaré en la categoría de "Fracasos" debido a la falta de ambición demostrada en un juego que podría haber marcado un listón altísimo en su género de haberse desarrollado con el tiempo necesario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario