"Huele a barbacoa..."
Infogrames preparó para el año 2000 una vuelta de tuerca al género de la estrategia intentando lanzar un digno competidor para el insuperable Worms: Armaggedon. En esta ocasión, los combatientes son "simpáticos" cerditos que no dudarán en despedazar a sus congéneres a base de plomo, fuego, bayonetazos o lo que tengan a mano para liberar su pais.
Podemos elegir nacionalidad y los nombres de los puercos con el fin de defender un pais determinado de la invasión de otro bando de porcinos. Porkilandia está en guerra y los distintos paises que la forman se disputan la supremacía. En nuestra mano está posicionarnos de un bando o de otro. Durante el modo campaña iremos luchando en distintos campos de batalla en los que demostrar la potencia de nuestro ejército.
Gráficamente el juego no destaca por su buen acabado. Por contra, muestra unos escenarios bastante planos, con texturas pobres y poco trabajados. Los gorrinos están bastante cuadrados y su expresividad tampoco está muy lograda (aunque nunca he visto yo a un cerdo sonriendo, que también hay que pensarlo). Los uniformes son simples texturas planas de diferentes colores según el pais y el armamento tiene un acabado simple. Existen diferentes indicadores en la pantalla como el de tiempo restante, el de salud, el de arma elegida, potencia de lanzamiento o dirección del viento para ayudarnos a planificar nuestros movimientos.
El sonido destaca sobre todo lo demás por lo divertido de sus melodías, los ruidillos que emiten los animalillos cuando son heridos o cuando realizan algunas acciones como el salto y por la buena diferenciación en los sonidos de las armas.
Es apartado jugable flaquea en el modo un jugador, en gran parte por la sensación de repetición entre misiones, la poca variedad de armas con respecto a Worms, la inteligencia artificial de los rivales, que no está muy lograda y lo poco variados que son los escenarios, aparte de que no permiten mucho margen de maniobra en cuanto a estrategia ya que suelen carecer de cualquier tipo de estructura tras la que parapetarse, de desniveles importantes sobre los que ejercer ventaja... como si sucede en el homónimo de los gusanitos. Donde el juego gana muchos enteros en el apartado jugador ya que, como pasaba con el juego de Team 17, los piques entre amigos, hermanos o cualquier combinación posible, estarán a la orden del día. No hay nada mejor que liquidar a un cerdillo rival con un pobrecito soldado de tu ejército que esté en las últimas, cerca de ser jamón y paletilla, para sentirte como un Dios y fastidiarle la partida a tu contrincante.
En definitiva, Marranos en Guerra es un juego de estrategia correcto, que no destaca especialmente en ninguno de sus apartados pero que aporta grandes dosis de diversión en su modo multijugador, lo que le hace merecer un huequito en esta Semana Bélica que queremos abordar desde diferentes géneros y plataformas.
Dios!! Jamás pensé que leería una crítica sobre este juego, inmortal donde los haya, pero de nuevo el señor Rubén Polo nos sorprende con su ilimitada sabiduria de aficionado a los videojuegos. Vivan los chorizos peleones!
ResponderEliminarEste juego es buenísimo y muy difícil de encontrar
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